domingo, 18 de abril de 2010

Análisis de Hombre de familia

1. Historia de dos personas...

El vuelo 002 anuncia la partida para Londres. Corre el año 1987, cuando Jack Campbell se propone a hacer un viaje de estudios a aquella ciudad durante un año. En el aeropuerto, se despide de su novia, Kate Reynolds, a quien no verá durante el tiempo que permanezca allí. Parece que ella tiene el presentimiento de que si él parte, la relación entre ambos terminará allí, hecho que después de 13 años se cumple: el termina como presidente de una empresa y tiene un amante que, precisamente, no es Kate.
Pero él, haciendo caso omiso de esta advertencia, toma el vuelo hacia Londres. Lo curioso es que la relación no haya continuado ni siquiera por vía telefónica o si continuó de ese modo, se desgastó por el tiempo, es decir, no aguantaron un año sin verse.
Ella le propone dejar ese proyecto de estudiar y vivir juntos desde ese mismo momento: privilegiar el noviazgo antes que las carreras profesionales. No tanto como deseo de fracaso, sino porque privilegia la relación antes que cualquier otra cosa. A ella le importa más estar con Jack que su propio futuro profesional, porque sabe que será más feliz con Jack Campbell que siendo una exitosa abogada. Pero no es lo mismo que piensa Jack Campbell, quien prefiere aprovechar esa beca que sentar cabeza.
A ella no le importa a donde la llevará ese camino que le propone, pero al menos estará con él a quien tanto ama y por quien sacrificaría su propio futuro profesional, es decir, todo. Ella considera que la grandeza no se encuentra en ser un magnífico profesional, sino más bien una magnífica persona junto a quienes se ama. Esta contraposición hay que verla desde el punto de vista de la escala de valores. Lo que hace grande a las personas es el amor de los seres queridos, según Kate, no el éxito profesional, que también es bueno, pero notablemente inferior a la felicidad que proviene del amor de los parientes, en este caso, su novio.

2. El proyecto de Jack Campbell y su visión del mundo

Tal como predijo Kate, trece años después, en el año 2000, en Noche Buena, Jack se encuentra sin ella, pero acompañada por una amante, probablemente pagada, porque no la llama por su nombre, con quien tuvo un encuentro cercano del tercer tipo. Está leyendo el diario y no le preocupa la realidad de su amante, sino obtener placer de ella: sólo le interesa el placer –que obtiene de ella- y la utilidad de las finanzas –que obtiene por la información del diario económico y de la televisión.
Jack Campbell es un hombre que le gustan las cosas finas y lujosas: la música clásica, el mejor penthouse de todo el edificio, tener una ferrari, la ropa más fina y más cara para lucirse ente los demás, tener a todos que le sirvan y complazcan, ocupar el primer puesto en su empresa y ser exitoso en las finanzas y en la relación con las mujeres más lindas.
Le gusta hacer chistes obcenos a Betty Peterson, una vecina del edificio, que le contesta de la misma forma. No tiene educación moral en este sentido: todo es placer y utilidad. Le recomienda a Tony, el portero que invierta los U$S 4000 y la botella de vino escocés para obtener más a cambio. Él sigue su consejo. Esto muestra que tiene una gran personalidad, convincente y poderosa en cuanto a convicción se refiere.
Joe es el guardacoches de la empresa en la que trabaja. La personalidad de Jack Campbell es tan absorbente que su compañero Alan Mintz se dedica a pintar estatuas de cerámica en miniatura y a pensar en su familia. Pero el punto más importante es ver que este compañero sin Jack no sabe qué hacer, porque durante trece años lo hizo todo él, todo lo decidió él, así llegó a la cima de la compañía, porque es una persona muy exitosa e inteligente. Esto también lo demostrará en la compañía del padre de Kate, que vende cubiertas, cuando se encuentre al frente de ella, siendo el vendedor más exitoso del año 1988, tiempo en el que supuestamente estaba en Londres, aprovechando la beca que había recibido.
Alan se siente culpable cada vez que está afuera de su casa, es una persona muy familiera, al punto que su oficina la decoró su mujer.
La inteligencia de Jack se demuestra también en el contrato multimillonario que logra cerrar en la fusión de su compañía, Medtech Pharmaceutical, con otra, Global Health Sistems, por un monto de U$S 130.000.000.000, el regalo de Navidad de 10 ceros, como el lo llama. Pero Alan, cuando Jack está dirigiendo la empresa de llantas del padre de Kate, logra un contrato de fusión por U$S 122.000.000.000, al punto que Jack le dice a su jefe que fue un cachorro el que manejó la operación y que él hubiera conseguido más, porque es un doberman. La persona de la otra empresa que hace el trato es Bob Thomas, que se encontraba en Aspen de vacaciones con su familia.
Además, Alan desarrolla una personalidad fuerte y agresiva sin la presencia de Jack. Esto se demuestra en el momento en que Alan reta a Jack por haberlo descripto a la perfección. Además, Alan, sin Jack, mientras éste se dedica a dirigir la empresa de llantas, pudo llegar a la presidencia de la empresa. Por lo tanto, Jack, en la vida real y no en el sueño, anula a todas las personas y las maneja a su antojo. Todo gira en torno a él, nadie puede reclamarle nada ni debe preocuparse de nadie más que de él: no tiene mujer, ni hijos, ni perro, ni empleados de una pequeña empresa que cuidar. Su empresa, en la vida real, gasta U$S 2.000.000 sólo en papelería, eso nos da una idea de la dimensión de su inmensa producción.
Para Alan, en la vida real, es más importante la familia que su negocio en la empresa. Este es un punto bueno que genera la anulación del entorno de Jack Campbell: como él lo hace todo, los demás no deben preocuparse de nada más que de recoger las migajas y dárselas a sus familias.
Kate Reynolds lo llamó después de 13 años para devolverle las cosas que le pertenecen a Jack, porque ella se va a París de forma permanente, por cuestiones de trabajo. Edelle, su secretaria, le propone llamarla. Pero él rechaza la llamada creyendo que se trata de un llamado sentimental, ya que cree que lo hace en Navidad. Realmente no conoce a Kate, porque ella es totalmente desinteresada: lo hace por su bien, porque en nada le cambia tirar las cosas que le pertenecen o devolvérselas. El orgullo de Jack por lo que ha llegado a ser no le permite ver las oportunidades que le da de nuevo la vida para formar una familia. Sus hábitos de hombre rico y famoso son más fuertes que sus deseos de ser amado por alguien. Porque así ha vivido durante trece años y no puede cambiar de un día para otro, todo lo ve desde sus fuertes hábitos ya formados. Le pregunta a Peter Lassiter, quien se considera un desgraciado insensible que sólo le interesa el dinero, tener mujeres a su servicio y manejar su Rolls Roice de lujo, sobre lo que tiene que hacer y él le responde que tiene que archivarla en un cajón por tres meses como los impuestos, porque las ex novias son como los reclamos de impuestos. Esto muestra que la relación con las mujeres es de utilidad, sin compromiso alguno, sin responsabilidad alguna. Ellos son iguales: a nadie tienen que responder más que a las demandas de producir dinero. Sólo con esta exigencia se pone obligaciones. Jack pasa horas trabajando y es el último en irse de su oficina.
Ganar plata es grato a Dios, dice Jack... ¿es calvinista? No lo creo, sólo es un capitalista más, cuyo Dios es el dinero. El orgullo del capitalismo, según Peter, quien le pide ir a Aspen por negocios y Jack acepta, renunciando a ver a una tía, con la que ya había programado una visita: para Jack los negocios son primero antes que la familia.
Peter Lassiter es una persona que le gustan los lujos, ama la empresa que maneja y los caballos que tiene. Le gusta encontrar talento y por eso lo llamó a Jack a su oficina.
Le llevan el auto hasta la puerta del edificio donde trabaja, pero decide irse a pie, entonces le llevarán el auto hasta su casa.

3. Hacia un cambio de vida...

La persona que se le presenta en el negocio es el artífice del cambio en su vida: parece un pordiosero, está armado y reclama el cobro de un billete de lotería, pero creo que lo hizo para provocar a Jack para que reaccionara y marcó el boleto a propósito para generar esa situación. Con la personalidad de Jack, él saltaría en defensa del vendedor, porque en el fondo no ha perdido sus valores: la persona es importante aunque todo lo vea desde un negocio. Le propone un trato: pagarle U$S 200 y cambiarlo en otro negocio. Su estrategia funciona y este vagabundo acepta, pero jamás da su nombre y además le toma el ponche que Jack se iba a comprar, como si fueran viejos amigos. Pero lo peor de este hombre es que, por medio un sueño que él le llama vistazo, quiere mostrarle lo que se perdió de vivir durante los últimos 13 años. Pero no respeta la libertad de Jack, ni los hábitos que se formó durante esos 13 años que lo llevarán al choque con Kate, por vivir vidas totalmente distintas y tener valores e ideales distintos. Jack jamás le pidió que le mostrara nada, estaba, supuestamente, feliz por su vida. Pero, ciertamente, esto se da en un sueño. Esto le quita todo lo que parece ser injusto.
Jack tardó en responder sobre la defensa de su vida, también dice que no necesita nada, pero parece que vive una vida vacía por eso necesita llenarla con tanto trabajo, relacionarse con las mujeres superficialmente y tener todos los bienes que siempre deseó. Pero no parece estar satisfecho. Hay mucho ruido y lujos en su vida que tapan sus más profundas necesidades: el sentirse amado desde lo profundo del alma sin que nadie le reclame algo para amarle, como le proponía Kate, que estaba dispuesta a todo por él.
En su oficina tiene póster de un ojo y una boca de una mujer, como si extrañara algo que ya no tiene o como si eso le hiciera disfrutar en sus pensamientos. Cuando se acuesta, pareciera que quisiera saber cómo hubieran sido las cosas si las hubiera planeado de modo distinto. Se acuesta apesadumbrado y cierra los ojos como si buscara paz a sus problemas y a su hastío interior.

4. Los problemas de Jack Campbell para adaptarse y la visión del mundo según Kate Reynolds

Jack se siente sorprendido y asustado de encontrarse durmiendo con Kate y huye a su departamento y después a su oficina. Huye de las responsabilidades. Pero esta vida que sueña lo presenta sin todos los bienes que, estando despierto, poseía: la música clásica, el mejor penthouse de todo el edificio, tener una ferrari, la ropa más fina y más cara para lucirse ente los demás, tener a todos que le sirvan y complazcan, ocupar el primer puesto en su empresa y ser exitoso en las finanzas y en la relación con las mujeres más lindas. Ni tampoco le llevan el auto hasta la puerta del edificio donde trabajaba, ni se lo llevarán hasta su casa. Ni es multimillonario. En lugar de eso, tiene mujer, hijos, perro y empleados de una pequeña empresa que cuidar. Pero también tiene amigos fieles y los padres de Kate, Lorraine y Ed, lo vienen a visitar. La Navidad la pasarán entre amigos.
Al principio, él no toma conciencia de que está viviendo otra vida distinta, nadie de los que antes le rodeaban le conocen y entonces lo rechazan: el portero de su edificio y el guardia de seguridad del edificio de su oficina, Frank, hasta la vecina, Betty Peterson, no lo reconoce y cree que es un vagabundo; todo su entorno ha cambiado: nuevos amigos, nueva profesión, nuevos parientes y nueva familia. También nuevas responsabilidades. Ante todo esto él reacciona mal, como es lógico que suceda. Para colmo, el vagabundo que encontró en la licorería ahora maneja su ferrari. Pero le cuenta todo de modo simbólico y le entrega una campanilla para la bicicleta de su hija. El vagabundo está escuchando la música de él. Parece que este vagabundo pertenece a una organización que se ocupa e advertirle a la gente para que cambie de vida, optando por una vida mejor, mostrándoles un vistazo. Pero esto dura hasta que toman conciencia de lo que tienen que hacer.
Fuera de sus hábitos, Jack se siente muy inseguro y no quiere dejar la vida que tiene. Está a la buena de Dios. Pero con sus hábitos empieza a fallar en esta vida nueva que tiene: no reconoce a sus amigos y se muestra desconfiado de sus vecinos, no le avisa a su mujer, Kate, a donde va, no quiere ir a la fiesta de Navidad en la casa de los Thomson –a la que asiste todos los años y le gustan- tiene más de treinta años, dos hijos, responsabilidades financieras (hipoteca de la casa), una mujer a la que atender y de las que quisiera deshacerse, un perro que pasear y levantar lo que hace en el parque, la ropa no es de lujo y cuando quiere comprarse un traje lujoso se queja. Se perdió la entrega de la bicicleta de su hija, los panqueques y los regalos, se perdió la Navidad.
Su hija, Annie, se da cuenta en seguida que su papá no es el mismo y piensa que bajó de un OVNI, que raptaron a su verdadero papá, porque los hábitos de Jack son distintos a los del habitual Jack que se desenvuelve en la familia de Kate Reynolds.
Sus hábitos de la vida que llevaba lo impulsarán a la idea de ser infiel a Kate con Evelyn Thomson, una mujer de pelo castaño y muy seductora, que hace diez años coquetea con él, pero esto es evitado por la inmensa fidelidad de su amigo y vecino: eso vale tanto como el oro. Él le dice que Kate vale tanto que él podría dar un brazo por ella. Eso lo hace reflexionar. Pero Arnie se va enojado con Jack, por ser infiel a los valores que hasta ahora había mantenido y que los hicieron amigos. Porque Jack se ganó su amistad por otros valores distintos a los de empresario exitoso: por ser un buen amigo y vecino y ayudarle en momentos de dificultad con su matrimonio. Es muy distinta la postura de este amigo de Jack -Arnie- y la de Peter Lassiter, que no le importaban las relaciones personales, sino sólo las relaciones de trabajo. Peter le hubiera recomendado la infidelidad, pero su amigo Arnie, porque lo quiere, le recomendó que se quedara con Kate.
Sus hábitos de empresario lo llevan a preguntarle a la mujer que recibe a Josh, su hijo, si le va a dar un recibo. También, una vez en su oficina, se apena de las ganancias de la empresa y de la vida que lleva. También fue campeón de Bowlin con su amigo-vecino, Arnie.
Llama a sus propios hijos animalitos terribles antes de que Kate le apagara la televisión, movido tal vez por la vida cómoda de empresario que llevaba y las preocupaciones que ahora tiene que enfrentar. Pero después reconoce su error y los considera como muy buenos cuando se encuentra con Alan en la empresa.
También sus hábitos lo llevan a olvidarse del aniversario de casados: esto es un toque de alarma, ella se enoja mucho y es aquí donde comienza a cambiar. Todas las discusiones que tienen pueden llevarlos a la separación, pero Kate es muy paciente. Pero la discusión más fuerte se dio con la ropa, porque presentó todo lo que tiene como una miseria y todo lo que tenía como empresario. Esto realmente hace enojar a Kate.
“No destruyas la mejor parte de tu vida solamente porque no sabes exactamente quién eres”, le había dicho Jack a su amigo hace algunos años, Arnie, y esto salvó el matrimonio de su vecino. Ahora se lo dice su amigo a él, apenas Jack entra en esta nueva vida.
Kate, en cambio, se preocupa constantemente por él, se preocupa por saber dónde está y que le ha pasado, lo reta por no haberle avisado, porque en el fondo lo ama. Todo gira en torno a su familia: lo maás importante es su familia y sus amigos, lo demás, aunque sea importante, puede cambiar. Movida por amor, quiere tener relaciones con su marido, pero Jack desiste porque no quiere aprovecharse de ella, ya que no estuvo presente los últimos 13 años de su matrimonio, porque se introdujo en esta vida de repente. Jack se mueve por sus hábitos de amante sexual, no como marido enamorado y apasionado. Pero ella, cuando le muestra que al ver la belleza de su rostro, pareciera como si no la hubiera visto en trece años, Jack se da cuenta de que se estaría aprovechando de ella.
Cuando están por intentar de tener relaciones sexuales de nuevo con ella, en vez de decirle que la ama, le dice que le gusta hacer eso con ella, pero Kate sólo quiere entregarse a una persona, su marido, en la medida en que le diga que la ama.

5. La conversión de Jack Campbell

Kate es abogada y trabaja ad honorem para los pobres. Se casó a los 22 años, en el 88; en laépoca en la que vive tiene 34 años. Esto se sabe por el video que lo muestra festejando su cumpleaños. El video lo hace cambiar totalmente.
Uno de los hijos de Jack se llama Josh, que debe tener unos meses, porque ni siquiera camina y va a una guardería, no a un colegio. Su otra hija es Annie, que tiene danzas y termina a las 17:30 hrs.
Él trabaja en Big Ed, una empresa pequeña que vende neumáticos. Fue ejecutivo de ventas Nro 1. Según la empresa de estadísticas EF Hutton en 1988. Es algo importante para Fusiones y Adquisiciones. Nunca viajó a Londres para cumplir con su beca.
En el nuevo ambiente también se ha ganado la amistad de todos los vecinos. Su personalidad es atrayente: lo que no ganó en dinero, lo ganó en amigos.
Jack tiene que aprender todo de nuevo: llevar a sus hijos al colegio, ir al trabajo, encontrar su oficina, aprender a hacer su trabajo, cambiar pañales (le enseña su hija), aprender a cuidar a sus hijos, conocer a sus amigos de toda la vida, acostumbrarse a vivir en Nueva Jersey y no en Nueva York (las Torres Gemelas todavía estaban de pie). Además deberá cambiar sus hábitos para llevarse bien con el ambiente que le rodea y descubrir otros valores que son más profundos que los que él mantenía.
La seguridad es el tema e fondo: ella está segura por el amor de su marido y sus hijos. Él había puesto la seguridad en los bienes que poseía y en la carrera que tenía, pero cuando los perdió, perdió la brújula de su vida. Cuando le propone volver a Nueva York, ella quiere quedarse en Nueva Jersey, porque el colegio de los niños es bueno, ella ayuda a los pobres, está alejado de la ciudad, además quiere ser abuela en la casa en la que vive. Para ella, lo que tienen ellos juntos ya hace que los otros los envidien. En cambio, Jack cree que los envidiarían si tuvieran más trabajo, más lujos, más bienes, mejor educación. Pero esta propuesta de Jack es profundamente materialista, que no se fija en el bienestar de su familia, sino en lo que le conviene a él, es decir, juzga su situación en base a los valores de empresario que tenía antes de empezar la vida con Kate.
Cuando obtiene el amor de Kate y de sus hijos, no quiere perderlos, por eso se queja con el vagabundo, también le pide a Kate que le prometa que jamás lo olvidará y esto se lo pide dos veces. No quiere perderla.
Ella, entre lágrimas, le promete dejar todo lo que ella ha soñado, lo bueno que tienen ahora, para ir adonde él quiera si realmente lo necesita, porque lo más importante es la familia. No hay nada que le importe más. Estos son los valores que el sueño que está viviendo le propone a Jack y que se perdió de vivir por optar por una vida llena de lujos. Kate le dice que escoge lo que ella tiene de más valioso: su familia.

6. Vuelta a la vida real.

Cuando despierta se da cuenta de la miseria en la que se encuentra, porque no tiene a nadie que lo acompañe. Pero decide buscarla renunciando a todo lo que, para él, hasta el momento le había parecido valioso: el puesto en su trabajo –no viajó a Aspen como debía para encontrarse con Bob Thomas, que se encontraba en allí de vacaciones con su familia, para cerrar el trato multimillonario- también a su auto, una ferrari que corre y vale mucho, porque la dejó en un lugar mal estacionado, lo cual es señal de que sería remolcada, también renuncia a la ropa, porque fue vestido de forma casual, abandonó a su amante, una mujer rubia que se le ofreció en su departamento, el cual dejó con la puerta abierta y no le importó pasar el ridículo frente a los demás cuando le contaba a Kate, a los gritos, el sueño que había tenido sobre ellos. Todo lo que le importa es recuperar a Kate.
Por su lado, Ella, cuando tiene que decidir entre irse a Paris y quedarse con Jack, elige a Jack, porque, a pesar de que pasaron 13 años, no se ha olvidado de su sueño, que es casarse, tener hijos, tener una casa propia y alguien que la ame como ella es. Pero Jack logra que desista de viajar a Paris contándole el sueño que tuvo en el aeropuerto.

1 comentario:

  1. Recién conozco esta página, te felicito.
    Si continuaras escribiendo sería de gran ayuda para profesores que como yo enseñan filosofía y se sirven del cine para ilustrar temas antropológicos a mis alumnos.

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